The thief comes only to steal and kill and destroy. I came that they may have life, and have it abundantly. –John 10:10by Magdalena I. García
Panoramic
view of Puerto Rico from the Presbyterian Camp El Guacio, in San Sebastián. Photo taken June 2017. / Vista panorámica de
Puerto Rico desde el campamento presbiteriano El Guacio, en San Sebastián. Foto tomada en junio del 2017.
When islands are stranded a week after a hurricane
and millions are forgotten around the world each day,
dammit, this is not a good news story.
When you’re drinking from a creek
and millions walk for hours each day to find safe water,
dammit, this is not a good news story.
When you don’t have food for a baby
and millions of children die of hunger each year,
dammit, this is not a good news story.
When you have to pull trapped people down from buildings
and millions sleep on city streets each night,
dammit, this is not a good news story.
When you see people dying around you
and millions perish while awaiting a helping hand each day,
dammit, this is not a good news story.
When unclaimed bodies pile up in the morgue
and millions of natives and refugees disappear each year,
dammit, this is not a good news story.
Awaken, people of faith,
let us confess our complicity in the misery which afflicts our brothers and sisters all over the world.
Arise, people of faith,
let us renew our commitment to live in such a way that the world hears a good news story every day.
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“No es una historia de buenas nuevas”
Una confesión inspirada por las secuelas del huracán María—así como las continuas desigualdades en nuestro mundo—y basada en la reacción de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.[ii]
“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. –Juan 10:10
por Magdalena I. García
Cuando las islas están abandonadas una semana después de un huracán
y millones están olvidados por el mundo cada día,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Cuando estás bebiendo de un arroyo
y millones caminan por horas cada día para hallar agua potable,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Cuando no tienes comida para un bebé
y millones de niños y niñas mueren de hambre cada año,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Cuando tienes que sacar de los edificios a la gente atrapada
y millones duermen en las calles de la ciudad cada noche,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Cuando ves a la gente muriéndose a tu alrededor
y millones perecen cada día aguardando una mano amiga,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Cuando los cuerpos se amontonan en la morgue
y millones de nativos y refugiados desaparecen cada año,
carajo, esta no es una historia de buenas nuevas.
Despierta, pueblo de fe,
confesemos nuestra complicidad en la miseria que aflige a nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo.
Levántate, pueblo de fe,
renovemos nuestro compromiso de vivir de forma tal que el mundo oiga una historia de buenas nuevas cada día.
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