Sunday, September 22, 2019

“Dios de los reversos” / “God of reversals”

Una oración de gratitud basada en Lucas 16:1-13 y el Cántico de María

Lista para predicar sobre Lucas 16 y el mayordomo infiel. / Ready to preach on Luke 16 and the unfaithful manager.

por Magdalena I. García

Dios de los reversos,
tú que derrocas del trono a los poderosos,
y pones en alto a los humildes,
te damos gracias por el mayordomo infiel,
porque a pesar de que no se arrepintió,
como lo hizo el hijo pródigo de Lucas 15,
y a pesar de que no abandonó la deshonestidad
ni la tendencia a sacar provecho de la situación,
comenzó a usar su astucia y sagacidad
para modificar un negocio de explotación
y ofreció de ese modo alivio a los estafados.

Dios de las balanzas,
tú que colmas de bienes a los hambrientos,
y a los ricos dejas con las manos vacías,
te damos gracias por el mayordomo infiel,
porque a pesar de que no renunció al privilegio
por ser tan soberbio como el rico de Lucas 16,
y a pesar de que no abandonó la duplicidad
ni la tendencia a proteger sus propios intereses,
comenzó a usar su poder e influencia
para modificar una economía de dominación
y ofreció de ese modo alivio a los endeudados.

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“God of reversals”


A prayer of gratitude based on Luke 16:1-13 and Mary’s Song

by Magdalena I. García

God of reversals,
you who bring down the powerful from their thrones,
and lift up the lowly,
we thank you for the unfaithful manager,
because although he did not repent,
like the prodigal son in Luke 15,
and although he did not abandon dishonesty
nor the tendency to take advantage of situations,
he started using his astuteness and sagacity
to modify a business of exploitation
and offered relief to those being scammed.

God of scales,
you who fill the hungry with good things,
and send the rich away empty,
we thank you for the unfaithful manager,
for although he did not renounce privilege
because he was as proud as the rich man from Luke 16,
and although he did not abandon duplicity
nor the tendency to protect his own interests,
he started using his power and influence
to modify an economy of domination
and offered relief to those who were indebted.

© 2019 Magdalena I. García
Foto de la autora / Photo by the author

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Saturday, September 21, 2019

“Sin rodeos”

Una letanía basada en Lucas 16:1-13

Una lata de guisantes convertida en alcancía para una ofrenda especial.

por Magdalena I. García

Nos encanta hablar de fidelidad
y reprender a quienes confían en hechiceros,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar del arrebatamiento
e imaginar que estaremos entre los primeros,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar del evangelismo
y organizar campañas y viajes misioneros,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar del discipulado
y alegar que andamos por estrecho sendero,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar del compromiso
y afirmar que somos dignos y fieles obreros,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar de las profecías
y vaticinar acontecimientos del tiempo venidero,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Nos encanta hablar de la salvación
y enfatizar que es por gracia y no por esmero,
preferimos hablar de cualquier cosa
antes que tocar el tema del dinero.
Pero Jesús insiste en hablar de la pobreza
y nos dice claramente y sin rodeos:
“No pueden servir a Dios y a las riquezas”.


Dios Eterno que te hiciste presente
por medio del Verbo Encarnado,
ayúdanos a actuar con justicia y sin titubeos
protegiendo al pobre y al marginado.

Padre-Madre que te hiciste hermano
por medio del Fruto del Vientre de María,
enséñanos a vivir con rectitud y sencillez
procurando el bienestar del prójimo cada día.

Ser Divino que te hiciste humano
por medio del Cristo Crucificado,
recuérdanos que la verdadera grandeza
se halla en la entrega y el servicio abnegado.


© 2019 Magdalena I. García
Foto de la autora

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Saturday, September 14, 2019

“Rejoice with me” / “Alégrense conmigo”

A litany based on Luke 15:1-10

Boy holding sheep: Picture for sale at a second-hand store in Chicago. / Niño cargando oveja: Cuadro a la venta en una tienda de segunda mano en Chicago.

by Magdalena I. García

She earned minimum salary
and could not give the tithe,
she feared that being poor
meant she would be rejected.
Rejoice with me, let us celebrate,
because a lost sheep has been found!


He dressed with torn clothes
and had no place to shower,
he feared that being homeless
meant he would be rejected.
Rejoice with me, let us celebrate,
because a lost sheep has been found!

She walked by the church building
and did not dare enter,
she feared that being queer
meant she would be rejected.
Rejoice with me, let us celebrate,
because a lost sheep has been found!

He had dark-brown skin
and hair that could not be straightened,
he feared that being black
meant he would be rejected.
Rejoice with me, let us celebrate,
because a lost sheep has been found!

She was new to the country
and spoke a foreign language,
she feared that being an immigrant
meant she would be rejected.
Rejoice with me, let us celebrate,
because a lost sheep has been found!

GOD OF THE SHEEP WHO ARE ABSENT,
those who distanced themselves from the fold,
we ask forgiveness for their wounds and their pain,
for unjust mocking and injuries untold.

GOD OF THE SHEEP WHO ARE PRESENT,
those who settled themselves into the fold,
remind us that when we diverge from the path of love
or restrict the wide welcome of your household,
we are the lost.


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“Alégrense conmigo”


Una letanía basada en
Lucas 15:1-10

por Magdalena I. García

Ganaba salario mínimo
y no podía diezmar,
temía que por ser pobre
la fuesen a rechazar.
“¡Alégrense conmigo, vamos a festejar,
porque una oveja perdida acabo de encontrar!


Vestía ropa rasgada
y no se podía duchar,
temía que por ser ambulante
la
fuesen a rechazar.
“¡Alégrense conmigo, vamos a festejar,
porque una oveja perdida acabo de encontrar!

Pasaba frente al templo
y no se atrevía a entrar,
temía que por ser queer
la fuesen a rechazar.
“¡Alégrense conmigo, vamos a festejar,
porque una oveja perdida acabo de encontrar!

Era de piel morena
y su pelo no lograba alisar,
temía que por ser negra
la fuesen a rechazar.
“¡Alégrense conmigo, vamos a festejar,
porque una oveja perdida acabo de encontrar!

Era nueva en el país
y otro idioma solía hablar,
temía que por ser inmigrante
la fuesen a rechazar.
“¡Alégrense conmigo, vamos a festejar,
porque una oveja perdida acabo de encontrar!


DIOS DE LAS OVEJAS QUE ESTÁN AUSENTES,
aquellas que del redil se alejaron,
te pedimos perdón por sus heridas y su dolor,
por los desprecios que injustamente soportaron.
DIOS DE LAS OVEJAS QUE ESTÁN PRESENTES,
aquellas que en el redil se acomodaron,
recuérdanos que al apartarnos del camino del amor,
o restringir el gran abrazo que tú has otorgado,
somos nosotras las perdidas.


© Magdalena I. García

Sunday, September 8, 2019

“Discípulos del bullicio”

Una reflexión en soneto basada en Lucas 14:25-33

Cruces del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Des Plaines, Illinois.

por Magdalena I. García


La muchedumbre a Jesús seguía
tras recibir sanidad y alimento:
“Barriga llena, corazón contento”,
con satisfacción la gente decía.


Entonces el Maestro los sorprendió,
y habló de renuncias, costes y cruces;
se hizo silencio, apagaron las luces,
cayó el telón, el público se agüitó.


Y en nuestros días se repite la escena:
le sacamos el cuerpo al servicio
y es de mal gusto hablar de sacrificio.

La iglesia se llena siempre que hay cena,
ricos manjares y plática amena,
pues somos discípulos del bullicio.

© Magdalena I. García