Saturday, October 29, 2016

“Despicable people” / “Gente despreciable”

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 19:1-10
First published on 10/28/16 by Presbyterians Today magazine blog: One Church,Many Voices
Clay mask for sale at the National Museum of Mexican Art in Chicago. mig / Máscara de barro a la venta en el Museo Nacional de Arte Mexicano. mig

by Magdalena I. García

We know the story all too well,
or so we think, given what we tell:
a wealthy tax collector lives in Jericho
and wishes to see this Jesus on the go.

Zachhaeus is his name, which in Hebrew means pure,
though given his occupation shaming he endures;
and to make matters worse, he’s tiny as a pea,
so to see above the crowd he climbs up into a tree.

Jesus comes along and tells him to come down,
and to serve as his host while visiting the town;
the crowd is appalled at this mingling with a sinner
even if it’s simply to chat and have dinner.

Zachhaeus is delighted, he stands proud and tall,
and reveals how he manages his taxing windfall:
it turns out he’s generous beyond expectation
and surpasses the zeal of his own generation.

And so a question remains for us to ponder;
who are the real despicable people, we wonder:
the ones who honestly perform a hideous task,
or the ones who hide meanness behind a pious mask?

Salvation indeed comes when we are freed
from cheating, exploitation, apathy and greed;
but shalom also comes when we are released
from the prison of envy, condemnation, aggression and misdeed.

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“Gente despreciable”


Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 19:1-10

Publicado originalmente el 10/28/16 por el blog de la revista PresbyteriansToday: One Church, Many Voices


por Magdalena I. García

Demasiado bien conocemos la historia,
e incluso creemos saberla de memoria:
un rico cobrador de impuestos vivía en Jericó
y para ver a Jesús al camino se acercó.

Zaqueo es su nombre, que en hebreo significa puro,
aunque por su ocupación lo criticaban muy duro;
y para mayor desgracia, era demasiado bajito,
así que dada la multitud se trepó a un arbolito.

Jesús pasa por allí y le dice que se debe bajar,
porque en su casa esa noche pretende morar;
la multitud se alarma ante tal proposición,
con pecadores no se convive en ninguna ocasión.

Zaqueo está encantado, se estira y camina orondo,
el manejo de sus bienes revela en detalle, a fondo:
resulta que su generosidad excede toda expectación
y sobrepasa el celo de su propia generación.

Así que una pregunta resta y nos toca ponderar;
¿quién es la gente despreciable?, debemos dilucidar:
¿aquella que honestamente realiza una tarea odiosa,
o la que esconde su mezquindad tras una máscara piadosa?

La salvación en verdad llega cuando obtenemos la liberación
de las trampas, la avaricia, la apatía y la explotación;
pero el shalom también se logra cuando escapamos de la prisión
de la envidia, la censura, las fechorías y la agresión.

© Magdalena I. García

Saturday, October 22, 2016

“I alone”/ “Sólo yo”


A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 18:9-14

First published on 10/07/16 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

Offering box at the entrance to St. Sylvester Catholic Church, in Chicago. / Urna de ofrendas a la entrada de la Iglesia Católica San Silvestre, en Chicago.

by Magdalena I. García

I’m making a list,
I’m checking it twice,
it’s rock-solid proof
that I belong in paradise.

I fast twice a week,
I teach Sunday school
I always give my tithe,
and I follow all the rules.

I abstain from all sins
that society deplores,
and from all evil practices
that the righteous abhor.

I exhibit all my virtues
in plain sight for all to see
‘cause a little show and tell,
never hurt a Pharisee.

Never mind modesty
humility or goodness,
I’m the living catalogue
of God’s sanctity and pureness.

Above all I thank my God
that I’m not like other people
who deserve to be thrown down
from the tallest church steeple.

So I look up to the heavens
lifting my chin with pride,
I alone reflect God’s glory:
tax collectors, step aside.

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“Sólo yo”


Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 18:9-14

Publicado originalmente el 10/07/16 por el blog de la revista PresbyteriansToday: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Estoy haciendo una lista
que voy luego a verificar,
es la prueba contundente
de que al paraíso merezco entrar.

Hago ayuno cada semana,
clases bíblicas suelo dictar,
doy fielmente mi diezmo
y las reglas procuro acatar.

Me abstengo de todo pecado
que la sociedad dice deplorar
y de toda práctica malvada
que los justos aseguran detestar.

Exhibo todas mis virtudes
para que las puedan observar,
porque jamás el espectáculo
a un fariseo podría perjudicar.

Olvídense de la modestia,
la bondad o la humildad,
soy el catálogo viviente
de la pureza y la santidad.

Y sobre todo doy gracias
porque no soy como los demás
que merecen ser castigados,
gentuza que no cambiará jamás.

Así que miro a los cielos
y con orgullo me atrevo a caminar,
sólo yo reflejo de Dios la gloria:
cobrador de impuestos, déjame pasar.

© Magdalena I. García


“She keeps coming” / “Ella sigue viniendo”

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 18:1-8
First published on 10/07/16 by Presbyterians Today magazine blog: One Church,Many Voices

Cris, a Hispanic/Latin woman of scarce resources, prays on her knees during a funeral mass at St. Sylvester Church, in Chicago. / Cris, una mujer hispana/latina de escasos recursos, ora de rodillas durante una misa funeral en la Iglesia San Silvestre, en Chicago.

by Magdalena I. García

She keeps coming
in the feet of a homeless woman
wandering the streets.

She keeps coming
in the body of a black woman
shot in our cities.

She keeps coming
in the face of a young woman
raped on a college campus.

She keeps coming
in the hands of an undocumented woman
working in the shadows.

She keeps coming
in the voice of an assaulted woman
speaking up about abuse.

She keeps coming
in the silence of a queer woman
afraid to come out of the closet.

She keeps coming,
this widow who has become such a pest,
this woman who refuses to go away
until she is granted justice.

She keeps coming
and disturbing our peace,
which is nothing more
than a denial of disparities
and a sign of our complicity
in a system of inequality.

God of mercy,
break our hearts of stone
and give us the compassion to care.
God of justice,
open our deaf ears
and give us the courage to be fair.


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“Ella sigue viniendo”


Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 18:1-8

Publicado originalmente el 10/07/16 por el blog de la revista PresbyteriansToday: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Ella sigue viniendo
en los pies de una mujer desamparada
que deambula por las calles.

Ella sigue viniendo
en el cuerpo de una mujer negra
que es balaceada en nuestras ciudades.

Ella sigue viniendo
en el rostro de una mujer joven
que es violada en un campus universitario.

Ella sigue viniendo
en las manos de una mujer indocumentada
que trabaja en las sombras.

Ella sigue viniendo
en la voz de una mujer agredida
que denuncia el abuso.

Ella sigue viniendo
en el silencio de una mujer queer
que tiene miedo salir del clóset.

Ella sigue viniendo
esta viuda que se ha vuelto un fastidio,
esta mujer que rehúsa marcharse
hasta que no se le haga justicia.

Ella sigue viniendo
y perturbando nuestra paz,
que no es nada más
que negación de la disparidad
y una señal de nuestra complicidad
con un sistema de desigualdad.

Dios de misericordia,
quebranta nuestros corazones de piedra
y danos compasión para promover la igualdad.
Dios de justicia,
abre nuestros oídos
y danos valor para vivir con equidad.


© Magdalena I. García

Saturday, October 8, 2016

“Sólo uno volvió” / “Only one turned back”

Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 17:11-19

Publicado originalmente el 10/07/16 por el blogde la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices
Edited for this blog / Editado para este blog

Mural del aeropuerto O’Hare, en Chicago, que muestra la diversidad racial y religiosa de la ciudad. / Mural at O’Hare Airport, in Chicago, depicting the city’s racial and religious diversity.


por Magdalena I. García

Sólo uno volvió
y alabó a Dios por la curación
en vez de quedarse callado
o de seguir su camino indiferente.

Sólo uno volvió
y agradeció a Jesús por la intervención
en vez de robarse el crédito
o de atribuírselo a otras fuentes.

Sólo uno volvió
y emprendió su verdadera liberación
en vez de seguir esclavizado por el prejuicio
o de perpetuar las barreras existentes.

Sólo uno volvió
y testificó de su transformación
en vez de profesar la xenofobia
o de culpar a los inocentes.

Sólo uno volvió
porque sólo uno se curó
de la debilitante lepra del orgullo
y del mito de ser autosuficiente.

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“Only one turned back”


A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 17:11-19

First published on 10/07/16 by PresbyteriansToday magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García


Only one turned back
and praised God for the healing action
instead of remaining silent
or going indifferently on his way.

Only one turned back
and thanked Jesus for his intervention
instead of taking the credit
or attributing the deed to someone else.

Only one turned back
and undertook his true liberation
instead of remaining enslaved by prejudice
or perpetuating existing barriers.

Only one turned back
and testified of his transformation
instead of professing xenophobia
or blaming the victims.

Only one turned back
because only one was cured
from the debilitating leprosy of pride
and the myth of self-sufficiency.


© Magdalena I. García



Sunday, October 2, 2016

“If we had faith” / “Si tuviéramos fe”

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 17:5-10

First published on 10/01/16 by
PresbyteriansToday magazine blog: One Church, Many Voices

A giant seed at the Skokie Northshore Scultpure Park. mig / Una semilla gigante en el Parque de Esculturas Skokie Northshore. mig

by Magdalena I. García

If we had faith the size of a mustard seed
we would open the doors of our temples and our hearts
without judging those who doubt they will be well received.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would welcome newcomers with open arms
without listening to those who want removal decreed.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would lend a hand to the sick and the marginalized
without endorsing those who claim contagiousness is guaranteed.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would place additional chairs at the table
without fearing those who might take up our seats.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would share our meal with the hungry and the unemployed
without supporting those who say, ‘work harder and you’ll succeed’.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would join in the feast with our neighbors near and far
without condemning those who profess a different creed.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


If we had faith the size of a mustard seed
we would covenant with our friends and even with enemies
without rejecting those who build a world of peace with words and deeds.
O God, uprooter of falsehood and planter of truth,
increase our faith.


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“Si tuviéramos fe”

Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 17:5-10

Publicado originalmente el 10/01/16 por el blogde la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
abriríamos las puertas del templo y el corazón
sin juzgar a quienes dudan que les permitamos entrar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
recibiríamos con los brazos abiertos a los recién llegados
sin escuchar a quienes decretan que los debemos expulsar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
extenderíamos la mano a los enfermos y los marginados
sin validar a quienes afirman que nos van a contagiar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
pondríamos silla adicionales en la mesa
sin temer a quienes podrían nuestros puestos ocupar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
compartiríamos la cena con los hambrientos y los desempleados
sin apoyar a quienes dicen que más duro debieran trabajar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
haríamos fiesta con nuestros vecinos cercanos y de ultramar
sin condenar a quienes puedan una fe distinta profesar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.


Si tuviéramos fe del tamaño de un grano de mostaza
pactaríamos con nuestros amigos e incluso con nuestros enemigos
sin rechazar a quienes colaboren de palabra y hechos para un mundo de paz edificar.
Dios desarraigador de la falsedad y plantador de la verdad,
auméntanos la fe.

© Magdalena I. García