A resource for Sunday’s liturgy based on
Mark 12:38-44
First published on 11/3/15 by PresbyteriansToday magazine blog: One Church, Many Voices
My son's youth offering from long ago, which he photographed along with
other worship moments to quietly entertain himself while mom preached. mig / La ofrenda infantil de mi hijo tiempo atrás, la cual el fotografió calladamente junto con otros momentos del culto para entretenerse en lo que mami predicaba. mig
by Magdalena I. García
long robes
best seats
places of honor
elegant processionals
elaborate prayers
extravagant tributes
offering collections
large sums
treasury reports
our eyes have been trained
to notice these things
our hearts have been taught
to desire these things
for such is the mindset
of worldly power and fame
and the church often follows suit
rather than showing the path
of justice and truth
but the gospel calls us
to adopt a lifestyle
that notices instead
the humble presence
the simple gesture
and the modest gift
of an anonymous widow
and her meager offering
lest we fail to perceive
the quiet workings
of the Spirit in our midst
laying in a manger
or hanging from a tree
Forgive us, God of Humility,
for valuing privilege, wealth and prestige
more than the poor’s sacrificial
offerings.
Remind us, God of Abundance,
that everyone has something unique to contribute
to the wellbeing of the church and the
community.
Redeem us, God of Liberty,
from the poverty of spirit and the
shortage of compassion
that don’t allow us to give ourselves without
reservation.
Enable us, God of Possibilities,
to see all your children with new eyes,
and to treasure every person, every race
and every tribe.
Publicado originalmente el 11/3/15 por
el blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices
por Magdalena I. García
vestiduras largas
primeros asientos
lugares de honor
procesionales elegantes
oraciones elaboradas
tributos extravagantes
colectas de ofrendas
grandes sumas
informes de tesorería
nuestros ojos han sido entrenados
para notar estas cosas
nuestros corazones se han acostumbrado
a desear estas cosas
porque esa es la mentalidad
del poder y la fama mundanal
y la iglesia a menudo hace lo mismo
en vez de mostrar la senda
de justicia y verdad
pero el evangelio nos llama
a adoptar un estilo de vida
que note en cambio
la presencia humilde
el gesto sencillo
y el obsequio modesto
de una viuda anónima
y su escasa ofrenda
para que no fallemos en percibir
el obrar silencioso
del Espíritu en nuestro medio
cuando yace en un pesebre
o cuelga en un madero
Perdónanos, Dios de la Humildad,
por valorar el privilegio, la riqueza y
el prestigio
más que las ofrendas sacrificadas de los
pobres.
Recuérdanos, Dios de la Abundancia,
que cada cual puede contribuir algo singular
al bienestar de la iglesia y la
comunidad.
Redímenos, Dios de la Libertad,
de la pobreza de espíritu y la escasez
de compasión
que no nos permiten darnos de todo
corazón.
Ayúdanos, Dios de las Posibilidades,
a ver a todos tus hijos e hijas con
nuevos ojos,
y atesorar a cada persona, cada raza y
cada tribu.
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