Por Magdalena I. García
Presentación para el Encuentro Regional de las Mujeres Hispanas Latinas Presbiterianas en el Sínodo del Sur de California y Hawaii, el 16 de julio de 2011, en la Universidad Chapman, en Orange, California.
Propósito delineado por el Equipo Planificador: La iglesia necesita desarrollar estrategias que nos ayuden en la formación de un discipulado coherente con los avances de una cultura globalizada, avanzada y en crecimiento acelerado, sin perder los valores del Reino de Dios. Analizaremos nuestras fortalezas y debilidades a fin de crear recomendaciones que nos permitan avanzar en este proceso.
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Hay un cántico que popularizó el grupo Maranatha en los años 70
Y que ahora está incluido en El Himnario Presbiteriano.
Se llama “Busca primero”. ¿Lo cantan conmigo?
“Busca primero el Reino de Dios su perfecta justicia,
que lo demás lo añadirá el Señor, Alelu, Alelu-ya.
“Sólo de pan, dice Dios, no vivirás, sino de toda palabra,
que para ti el Señor proclamará. Alelu, Alelu-ya”.
Son palabras tomadas de la conclusión del Sermón del Monte,
que está registrado en Mateo 6.
Después de un largo discurso sobre temas variados, entre ellos:
lo que realmente cuenta para Dios (las Bienaventuranzas),
la sal y luz del mundo,
la ley y la justicia superior,
el enojo y el adulterio,
los juramentos, la venganza y los enemigos,
la práctica de la piedad,
la oración y el ayuno,
las riquezas,
la lámpara del cuerpo,
el afán y la ansiedad,
Jesús concluye diciendo:
“Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos
y en hacer lo que es justo ante Dios,
y recibirán también todas estas cosas”. Mateo 6:33
+ ¿Qué es el Reino de Dios?
Por siglos antes del nacimiento de Jesús en Belén,
el pueblo judío había anhelado la venida del Reino de Dios.
El pueblo judío creía que ese reino sería un lugar y una época
de completo bienestar porque todo estaría bajo el dominio de Dios.
Los profetas del pueblo hebreo anunciaban la venida de ese reino
como un mundo de paz y plenitud, un mundo de shalom.
usando lenguaje poético.
Miqueas 4
3 El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos,
aun de los más lejanos.
Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.
4 Todos vivirán entonces sin temor,
y cada cual podrá descansar a la sombra de su vid y de su higuera.
Isaías 11
6 Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz,
el tigre y el cabrito descansarán juntos,
el becerro y el león crecerán uno al lado del otro,
y se dejarán guiar por un niño pequeño.
7 La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey.
8 El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra,
podrá meter la mano en el nido de la víbora.
9 En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño,
porque así como el agua llena el mar,
así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
Cuando Jesús comenzó a predicar,
continuó con esta tradición profética.
El anuncio del Reino de Dios (o el Reino de los Cielos).
fue el corazón de la enseñanza de Jesús.
+ Jesús habló sobre las cualidades del Reino
Por ejemplo, las de Mateo 13 (Dios Habla Hoy).
La parábola de la semilla de mostaza
31 Jesús también les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. 32 Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas”.
La parábola de la levadura
33 También les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa”.
La parábola del tesoro escondido
44 “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
La parábola de la perla de mucho valor
45 “Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; 46 cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla.
La parábola de la red
47 “Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. 48 Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. 49 Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, 50 y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación”.
Estas parábolas nos describen las cualidades del Reino de Dios que:
-tiene un comienzo pequeño (la semilla y la levadura), pero es poderoso;
-tiene un precio alto (el tesoro y la perla), pero es acequible;
-tiene un gran alcance (la red), pero es selectivo.
+ Jesús habló sobre la presencia del Reino
A veces Jesús habló del Reino sin usar parábolas,
y enseñó que el Reino está “aquí y entre nosotros”.
En una ocasión, según Marcos 12:
un maestro de la ley y Jesús
conversaron sobre cuál era el principal mandamiento.
El maestro contestó correctamente
que toda la ley se resume en dos mandamientos:
“amar a Dios y amar al prójimo”,
Jesús entonces le dijo al maestro: “No estás lejos del Reino de Dios”,
dando a entender que el Reino está a nuestro alcance.
En otra ocasión, según Lucas 17:
20 Los fariseos le preguntaron a Jesús
cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó:
“La venida del reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver.
21 No se va a decir: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’;
porque el reino de Dios ya está entre ustedes”.
De modo que el Reino de Dios está entre nosotros y en el mundo.
Se manifiesta en este preciso momento
entre quienes hacen la voluntad de Dios.
Tenemos, por tanto, destellos del Reino de Dios
en nuestro medio.
Y la Iglesia de Jesucristo no es el Reino de Dios,
pero está llamada a ser anuncio y testigo del Reino.
+ Jesús habló sobre el anhelo del Reino
Aunque el Reino de Dios se asome ocasionalmente
a nuestra realidad cotidiana,
esto no elimina el anhelo por el día en que ese Reino
cubrirá toda la tierra.
Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, les dijo:
9 Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén.
(Mateo 6:9-13, Reina Valera)
+ Orar el Padre Nuestro: un lamento y una protesta
Decir “Venga tu reino” es un grito de lamento;
es el anhelo salido del alma
de quienes sufren a causa de la opresión
de la ideología y los sistemas de este mundo.
Pero decir “Venga tu reino” es también un grito de protesta;
es el rechazo nacido de la inconformidad
de quienes sufren a causa de la opresión
de la ideología y los sistemas de este mundo.
+ Acercamiento al Discipulado en Medio de la Cultura
De modo que el acercamiento al discipulado
en medio de la cultura que nos rodea
no es un reto nuevo para el Evangelio.
Cada cultura tiene sus propios valores,
algunos buenos y otros malos.
¿Cómo decidimos cuáles son buenos y cuáles malos?
La regla para medirlos es el Reino de Dios,
donde según la Biblia (Escrituras Hebreas y Cristianas)
la ley suprema es el amor a Dios y al prójimo.
En la medida en que los valores culturales
reflejen y impulsen los valores del Reino de Dios
son buenos y debemos secundarlos.
Pero en la medida en que los valores culturales—incluidos los religiosos—
opaquen y contradigan los valores del Reino de Dios
son malos y debemos rechazarlos.
Por ejemplo...
+ La Globalización
o Si nos acerca, es buena; si nos distancia, es mala.
o Si promueve la comprensión y el apoyo mutuo, es buena; si persiste en la incomprensión y la explotación ajena, es mala.
+ Los Avances
o Si los ponemos al servicio de todos, son buenos; si los convertimos en privilegio de unos pocos, son malos.
o Si nos ayudan a respetar la vida, son buenos; si nos conducen a la explotación del planeta y los seres humanos, son malos.
+ El Crecimiento
o Si es producto del esfuerzo honesto, es bueno; si es el saldo de la ambición desmedida, es malo.
o Si se comparten los bienes, es bueno; si se enriquecen sólo unos pocos es malo.
Todo depende...
Hay dos herramientas prácticas que pueden ayudarnos a discerner
si estamos honrando los valores del Reino de Dios.
+ Los Siete Pecados Capitales
Los siete pecados capitales son una clasificación
de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo
para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana.
He aquí la lista de los Siete Pecados Capitales:
1. La lujuria
2. La pereza
3. La gula
4. La ira
5. La envidia
6. La avaricia
7. La soberbia
Es una lista impresionante de valores contrarios al Reino de Dios.
Y tienen, desde luego, sus virtudes correspondientes:
1. La lujuria es lo contrario de la castidad
2. La pereza es lo contrario de la diligencia
3. La gula es lo contrario de la templanza
4. La ira es lo contrario de la paciencia
5. La envidia es lo contrario de la caridad
6. La avaricia es lo contrario de la generosidad
7. La soberbia es lo contrario de la humildad
Los siete pecados capitales nos pueden ayudar
a discernir si estamos honrando los valores del Reino de Dios,
sobre todo en el plano personal.
Pero hay una segunda herramienta que puede ayudarnos a evaluar
si estamos honrando los valores del Reino de Dios
en el plano comunitario y mundial.
+ Los Siete Errores Garrafales del Mundo
Los Siete Errores Garrafales del Mundo
son una lista que Mahatma Gandhi le dio a su nieto Arun Gandhi,
escritos en un papelito, el ultimo día en que se vieron,
poco antes del asesinato del maestro.
He aquí los Siete Errores Garrafales del Mundo:
1. La riqueza sin trabajo
2. El placer sin conciencia
3. El conocimiento sin carácter
4. El comercio sin moralidad
5. La ciencia sin humanidad
6. La adoración sin sacrificio
7. La política sin principios
Esta lista de errores garrafales,
opuestos todos, por supuesto, a los valores del Reino de Dios,
nos puede ayudar a reflexionar
sobre el comportamiento colectivo o sistémico.
Necesitamos que el discipulado del Siglo 21
esté menos apegado a los valores culturales,
incluso los religiosos,
y más apegado a los valores del Reino de Dios.
Hay un precioso himno contemporáneo,
que también se encuentra en El Himnario Presbiteriano,
y cuya letra nos ayuda a recordar qué es el Reino de Dios,
y dónde se halla el Reino de Dios.
Se titula “La mano de Dios”. ¿Lo conocen?
Escuchen la letra...
“La Mano de Dios”
El Himnario Presbiteriano 381
1
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
actuando con gracia y con poder
la Iglesia debe ver
el gran acontecer
de la poderosa mano de Dios.
2
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
derribando estructuras de opresión.
He aquí la destrucción
de toda explotación
por la poderosa mano de Dios.
3
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
creando una nueva sociedad
con paz, con hermandad,
justicia y libertad
por la poderosa mano de Dios.
4
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
demostrando su modo de vivir,
servir, también sufrir;
y aun hasta morir
sostenidos por la mano de Dios.
5
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
forjando una nueva humanidad,
tenemos que luchar
y juntos trabajar
con la poderosa mano de Dios.
6
"La mano de Dios
en nuestro mundo está
obrando con juicio y con amor;
la Iglesia sin temor
se une con valor
a estas obras de la mano de Dios".
Qué el mismo Espíritu que inspiró
a profetas y a Jesús
nos guíe y nos impulse
para unirnos a la mano de Dios
en nuestro mundo
y colaborar con la extensión
de su Reino de justicia y paz
para toda la humanidad.
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Tuesday, July 19, 2011
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