Thursday, April 10, 2025

“Despojarse”

Una reflexión basada en Filipenses 2:1-8


Lata de galletas vacía que conservo para guardar chucherías

Despojarse, desprenderse, deshacerse, desposeerse.
Suena bonito cuando lo leemos
y admiramos ese gesto
heroico y humilde de Jesús,
el maestro y profeta que vivió
despojándose de toda ilusión vana,
desprendiéndose de toda expectativa errada,
deshaciéndose de toda relación transaccional,
desposeyéndose de todo apego innecesario,
y en su última semana
desapropiándose incluso de su aliento.

En cambio yo, vivo llena de apegos
a cosas valiosas e insignificantes
y lucho por deshacerme
hasta de una lata de galletas,
porque además de ser hermosa
y singular en su diseño
es útil para guardar chucherías
y me trae recuerdos de momentos gratos
que puedo seguir saboreando.

Ayúdame, Jesús desapegado,
a renunciar a todo aquello
que ocupa espacio y roba energía,
como los trastos empolvados
y las latas vacías.
Ayúdame, Jesús desapegado,
a distanciarme de todo aquello
que estorba el camino de fe
y causa dolorosos tropiezos,
como los rencores acumulados
y los perdones denegados.
Y ayúdanos, Jesús desapegado,
tú que incluso al estar
sobre un madero clavado
pudiste pedir perdón incondicional
para quienes te habían traicionado,
a poder hacer nuestra tu plegaria
para que hallemos verdadera libertad
al renunciar a toda atadura
que entorpezca nuestro discipulado.

© Magdalena I. García
Se concede permiso para uso litúrgico con crédito a la autora.



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