New grass sprouting in my backyard reminds me of God’s faithfulness. / La yerba
que retoña en mi patio me recuerda la fidelidad de Dios.
by Magdalena I. García
The Lord is my shepherd, I shall not want.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s mercy,
and renounce all ideologies that instill fear,
disrupt my sleep, and undermine my loyalty.
The Lord makes me lie down in green pastures;
and leads me beside still waters.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s provision,
and renounce the vice of accumulating material goods
that promote a false sense of security.
The Lord restores my soul,
and leads me in right paths for God’s name’s sake.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s goodness,
and renounce the lie of an economy of exploitation
and any system that is not based on equity.
Even though I walk through the darkest valley,
I fear no evil; for the Lord is with me;
God’s rod and staff—they comfort me.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s protection,
and renounce individualism and segregation
that only breed misery and loneliness.
You prepare a table before me in the presence of my enemies;
you anoint my head with oil; my cup overflows.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s abundance,
and renounce violence and war
in order to build a new world free of hostility.
Surely goodness and mercy shall follow me
all the days of my life,
and I shall dwell in the house of the Lord my whole life long.
God cares for us like a shepherd looks after the flock.
Therefore, I trust in God’s persistence,
and renounce anguish and hopelessness,
and the neglect that betrays God’s faithfulness.
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“Confío y renuncio”
Una letanía basada en Salmos 23
por Magdalena I. García
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su misericordia,
y renuncio a la ideología que infunde miedo,
perturba mi sueño y menoscaba mi lealtad.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su provisión,
y renuncio al vicio de acumular bienes materiales
que promueven un falso sentido de seguridad.
Confortará mi alma;
me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su bondad,
y renuncio a la mentira de una economía de explotación
y a todo sistema que no esté basado en la equidad.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su protección,
y renuncio al individualismo y la segregación
que sólo generan miseria y soledad.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su abundancia,
y renuncio a la violencia y la guerra
para construir un mundo nuevo sin hostilidad.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Dios nos cuida cual pastor a su rebaño.
Por tanto, confío en su persistencia,
y renuncio a la angustia y la desesperanza,
y al abandono que traiciona su fidelidad.
© Magdalena I. García
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