Saturday, November 28, 2020

“Late Blooms” / “Floraciones tardías”

 A reflection based on Mark 13:24-37


Late fall blooms on a mysterious weed in our yard. / Flores del final del otoño en un hierbajo misterioso de nuestro patio.

by Magdalena I. García

It sprouted unexpectedly
at the foot of the maple tree
that my son planted
in the backyard.
We almost uprooted it
but we were intrigued
by its thick, tall stem
and the shape of the leaves.
It grew out of season
as other plants died
due to shorter days
and frost at night.
Then one day we noticed
the bottom leaves were gone:
a rabbit was happily chewing
on the solitary greens of late fall.
And just when we thought
it was time to cut it down
before the first snow
the mysterious weed bloomed.

God of the Weeds,
give us eyes to see beauty all around us.
God of the Flowers,
give us patience to wait for the late blooms.

God of the Fig Tree,
give us eyes to see signs of grace all around us.
God of All Seasons,
give us patience to wait for the new things you are doing.

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“Floraciones tardías”


Una reflexión basada en Mateo 13:24-37


por Magdalena I. García

Brotó inesperadamente
al pie del árbol de arce
que mi hijo plantó

en el patio trasero.

Casi lo arrancamos
pero nos intrigaban
su tallo grueso y alto
y la forma de sus hojas.
Creció a destiempo
mientras otras plantas morían
debido a los días acortados
y la escarcha de las noches.
Entonces un día notamos
que faltaban las hojas inferiores:
un conejo masticaba felizmente
el verdor solitario del fin del otoño.
Y justo cuando pensamos
que era tiempo de cortarlo
antes de la primera nevada
el hierbajo misterioso floreció.

Dios de los Hierbajos,
danos ojos para ver la belleza a nuestro alrededor.
Dios de las Flores,
danos paciencia para aguardar por las floraciones tardías.

Dios de la Higuera,
danos ojos para ver señales de tu gracia a nuestro alrededor.
Dios de Todas las Estaciones,
danos paciencia para aguardar por las cosas nuevas que tú haces.

© Magdalena I. García


Friday, November 27, 2020

Worship space, Advent / Espacio de adoración, Adviento

During Advent we remember and await the God who embraces, the One who chose to interweave divine and human life to give us hope and light our way / Durante Adviento recordamos y aguardamos al Dios que nos abraza, que eligió entretejer la vida divina con la humana para darnos esperanza e iluminar nuestro camino

Arrangement and photos by / Arreglo y fotos de
Magdalena I. García








Thursday, November 26, 2020

“For the berries” / “Por las bayas”

A prayer of gratitude on Thanksgiving


Berries on a leafless fall tree feed birds and squirrels. / Bayas en un árbol deshojado por el otoño alimentan pájaros y ardillas.

by Magdalena I. García

For the wild berries
that are left on the tree
after the leaves are gone
we give thanks, O God,
for they feed the birds and the squirrels
and they are a living testament
to your character and will.

You who created all things
and charged us with the care
of the earth and its creatures.
You commanded your people
to leave grain in the fields
so that the poor could glean.

Fort the wild berries,
we give thanks, O God,
because they show us
what it means to live
with gratitude and rectitude.

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“Por las bayas”


Una oración de gratitud en Acción de Gracias

por Magdalena I. García

Por las bayas silvestres
que quedan en el árbol
después que las hojas cayeron
te damos gracias, oh Dios,
porque alimentan las aves y las ardillas
y son un testamento vivo
de tu carácter y tu voluntad.

Tú creaste todas las cosas
y nos encargaste el cuidado
de la tierra y sus criaturas.
Tú le ordenaste a tu pueblo
dejar grano en los campos
para que los pobres pudiesen espigar.

Por las bayas silvestres,
te damos gracias, oh Dios,
porque ellas nos demuestran
lo que significa vivir
con gratitud y rectitud.

© Magdalena I. García


Saturday, November 21, 2020

“Love instead of fear” / “Amor en vez de temor”

A litany based on Matthew 25:31-46



Painting on the window of 016, a Serbian-American restaurant on the southeast corner of Lincoln and Carmen avenues, in Chicago. / Pintura en la ventana del restaurante serbio-americano 016, en la esquina sureste de las avenidas Lincoln y Carmen, en Chicago.

by Magdalena I. García

The problem is not that the parable’s king,
after an ethical balance and acting as final judge,
dared separate the sheep from the goats.
The problem is that believers every day,
though hurtful jokes and colossal prejudice,
go on classifying people on the basis of their appearance.


The problem is not that the parable’s king
distributed goods on the basis of unexpected criteria,
seeking to reward kindness and compassion.
The problem is that believers every day
distribute goods on the basis of desired returns,
seeking to favor their own interests and investments.


The problem is not that the parable’s king
has his eye on the sparrow or is excessively sensitive
in the face of human suffering that refuses to go away.
The problem is that believers every day
have their eye on riches and are extremely insensitive
in the face of human suffering that we refuse to address.


The problem is not that the parable’s king
insists that we are saved by love rather than fear
and closely connects belief and action.
The problem is that believers every day
insist on carelessly trampling on neighbors and creation
and disconnect their confessions from their behavi
or.

The problem is not that the parable’s king
threatens with eternal fire those who act maliciously
and condemns those who are uncaring by calling them “accursed.”
The problem is that believers every day
threaten the earth and life with their accursed avarice
and condemn “the least of these” to poverty and miser
y.
 

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“Amor en vez de temor”


Una letanía basada en
Mateo 25:31-46

por Magdalena I. García

El problema no es que el rey de la parábola,
haciendo balance ético y actuando como juez final,
las ovejas y los cabritos se atreviera a separar.
El problema es que les creyentes a diario,
haciendo bromas hirientes y actuando con prejuicio descomunal,
a la gente por su apariencia insistimos en clasificar.


El problema no es que el rey de la parábola
reparta sus bienes en base a criterios inesperados,
procurando la amabilidad y la compasión reconocer.
El problema es que les creyentes a diario
repartimos los bienes en base al rendimiento deseado,
procurando nuestros propios intereses e inversiones favorecer.


El problema no es que el rey de la parábola
ponga la vista en los gorriones y sea demasiado sensible
ante el sufrimiento humano que se niega a desaparecer.
El problema es que les creyentes a diario
ponemos la vista en la riqueza y somos demasiado insensibles
ante el sufrimiento humano que nos negamos a compadecer.


El problema no es que el rey de la parábola
insista en que nos salva el amor en vez del temor
y conecte estrechamente el creer con el actuar.
El problema es que les creyentes a diario
insistimos en pisotear al prójimo y la creación con desamor
y desconectamos lo que confesamos de la manera de obrar.


El problema no es que el rey de la parábola
amenace con el fuego eterno a quienes actúan con malicia
y condene a los indiferentes tildándolos de “malditos”.
El problema es que les creyentes a diario
amenazamos la tierra y la vida con nuestra maldita avaricia
y condenamos a la pobreza y la miseria a los “pequeñitos”.


© Magdalena I. García


Saturday, November 14, 2020

“Refusing to play along” / “Negarse a seguir la corriente”

A reflection based on Matthew 25:14-30


The varied colors of ornamental grass in the fall remind me of the multiple themes present in this gospel text and the challenges for interpretation. / Los variados colores de la yerba ornamental en el otoño me recuerdan los múltiples temas presentes en este texto del evangelio y los retos para la interpretación.


by Magdalena I. García

They told us that it was
the parable of the talents,
a call to consider
the importance of investing
all that God has given us
and, if possible,
to multiply it.

They told us that it was
the parable of the negligent servant,
a warning to ponder
the consequences of neglecting
all that God has given us
and, out of fear,
squander it.

But how about if it turns out to be
the parable of resistance,
the witness of a disciple
who refuses to play along,
who instead tries to dismantle
a system used to exploiting
all that God has given us
and, despite setbacks,
transform it.

God of the slaves and the foreigners,
you who opened a dry path in the sea,
you who allowed gleaning from the bundles,
remind us that your will
is freedom and dignity
for all humanity.

God of the poor and the Samaritans,
you who multiplied the bread and the fishes,
you who offered living water to the thirsty,
remind us that your will
is life and wellbeing
for all humanity.

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“Negarse a seguir la corriente”


Una reflexión basada en
Mateo 25:14-30

por Magdalena I. García

Nos dijeron que era
la parábola de los talentos,
un llamado a considerar
la importancia de invertir
todo lo que Dios nos ha dado
y, de ser posible,
multiplicarlo.

Nos dijeron que era
la parábola del siervo negligente,
un advertencia para sopesar
las consecuencias de descuidar
todo lo que Dios nos ha dado
y, por temor,
desperdiciarlo.

Pero qué tal si resulta ser
la parábola de la resistencia,
el testimonio de un discípulo
que rehúsa seguir la corriente,
que a cambio intenta desmantelar
un sistema acostumbrado a explotar
todo lo que Dios nos ha dado
y, a pesar de los reveses,
transformarlo.

Dios de los esclavos y las extranjeras,
tú que abriste camino seco en el mar,
tú que permitiste espigar entre los manojos,
recuérdanos que tu voluntad
es libertad y dignidad
para toda la humanidad.

Dios de los pobres y las samaritanas,
tú que multiplicaste los panes y los peces,
tú que ofreciste agua viva a la gente sedienta,
recuérdanos que tu voluntad
es vida y bienestar
para toda la humanidad.

© Magdalena I. García



Sunday, November 8, 2020

“Vigilence and diligence” / “Vigilancia y diligencia”

A reflection based on Matthew 25:1-13


Votive candles at the Shrine of Our Lady of Guadalupe, in Des Plaines, Illinois. / Velas votivas en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Des Plaines, Illinois.

by Magdalena I. García

Cautious, yet selfish women
refuse to share some oil
while their friends in distress
stand in darkness, outside the door.
Where is the good news
in a story about hoarders
who tell their needy neighbors
to go away, to run to the store?

Perhaps the good news reside
in knowing that the final judgment
is God’s prerogative, not ours,
and the verdict is not arbitrary
because perseverance is rewarded.

And perhaps the good news reside
in recognizing that these harsh parables
found in Matthew 24 and 25
warn us that the life of faith
should not be one of idleness and passivity.

Faithful waiting involves
vigilance to discern
what God is doing in our midst.
And faithful waiting implies
diligence to join
God’s Spirit wherever it might be at work.

Faithful waiting requires
filling our hearts with the oil of prayer
to sustain us through the night.
And faithful waiting demands
filling the world with the light of hope
to usher in a new day.

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“Vigilancia y diligencia”


Una reflexión basada en
Mateo 25:1-13

por Magdalena I. García

Cautelosas, pero egoístas esas mujeres
que rehúsan compartir aceite
con sus amigas que está en apuros,
a oscuras, al otro lado de la puerta.
¿Dónde hallamos las buenas nuevas
en una historia sobre acaparadoras
que le dicen a sus vecinas desprovistas
que se larguen y se vayan a la tienda?

Quizás las buenas nuevas residen
en saber que el juicio final
es prerrogativa de Dios, y no nuestra,
y que el veredicto no es arbitrario
porque la perseverancia es recompensada.

Y quizás las buenas nuevas residen
en reconocer que estas parábolas duras
que hallamos en Mateo 24 y 25
nos advierten que la vida de fe
no debe ser una de ocio y pasividad.

Esperar con fidelidad conlleva
vigilancia para discernir
lo que Dios está haciendo en nuestro medio.
Y esperar con fidelidad implica
diligencia para unirnos
al Espíritu de Dios doquiera esté obrando.

Esperar con fidelidad requiere
llenar nuestros corazones con el aceite de la oración
que nos sostenga durante la noche.
Y esperar con fidelidad exige
llenar el mundo con la luz de la esperanza
que abra el paso a un nuevo día.

© Magdalena I. García