The Good Shepherd. Internet image.
El Buen Pastor. Imagen de internet.
A reflection/confession based on John 10:11-15
By Magdalena I. García
The hired hand...
puts on the cloak and acts the part,
goes to meetings and watches the
clock,
takes attendance and compares the
numbers,
counts the offering and monitors the stocks.
The hired hand...
stands in the pulpit and sits in
the pews,
sings in the choir and goes to
Sunday School,
leads workshops and attends seminars,
serves on the board and knows the rules.
The hired hand...
is an ethos, a mindset, an attitude,
an all too common operating style,
a way of being that prevails in the church,
an all too common operating style,
a way of being that prevails in the church,
a culture that values
custom more than care,
custom more than care,
returns more than risk,
management more than mission,
management more than mission,
possessions more than people,
control more than compassion.
control more than compassion.
Forgive us, Good Shepherd,
for being so selfish and acting like
fools,
forgetting that you have called us
to surrender all that we are and all that
we have
for your cherished herd, your beloved flock
that wanders wounded, spread over many lands.
that wanders wounded, spread over many lands.
Forgive us, Good Shepherd,
for behaving more often than not.
like the hired hand.
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“Como el asalariado”
Una reflexión/confesión basada en Juan 10:11-15
Por Magdalena I. García
El asalariado...
se pone el
manto y hace el papel,
acude a las
juntas y vigila el reloj,
toma la
asistencia y compara los números,
cuenta la
ofrenda y monitorea las inversiones.
El
asalariado...
se para en el
púlpito y se sienta en las bancas,
canta en el
coro y va a la escuela dominical,
dirige talleres
y asiste a seminarios,
sirve en la
junta y conoce las reglas.
El asalariado...
es una filosofía, una
mentalidad, una actitud,
un estilo operativo demasiado común,
un modo de ser que predomina en la iglesia,
un estilo operativo demasiado común,
un modo de ser que predomina en la iglesia,
una cultura que
valora
la costumbre más que el cuidado,
la costumbre más que el cuidado,
la rentabilidad
más que el riesgo,
el manejo más que la misión,
las posesiones más que el pueblo,
el manejo más que la misión,
las posesiones más que el pueblo,
el control más
que la compasión.
Perdónanos,
Buen Pastor,
por ser tan
egoístas y actuar como insensatos,
olvidando que
tú nos has llamado
a entregar todo lo que somos y todo lo que tenemos
por tu querida manada, tu amado
rebaño
que deambula herido, esparcido por todos lados.
que deambula herido, esparcido por todos lados.
Perdónanos,
Buen Pastor,
por
comportarnos la mayoría de las veces
como el
asalariado.
© Magdalena I. García