Saturday, September 24, 2016

“Un gran abismo” / “A great chasm”

Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 16:19-31
Publicado originalmente el 9/23/16 por el
blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices



My nephew Alex crosses a bridge over a branch of the Pastaza River, in eastern Ecuador. / Mi sobrino Alex cruza un puente sobre un brazo del río Pastaza en el Oriente ecuatoriano. 

Por Magdalena I. García

Iba y venía día tras día
un hombre rico
absorto en su vida de comodidad
cegado por su afán de popularidad
mientras que a su puerta
estaba un mendigo
aguardando un gesto de amabilidad
anhelando migajas de caridad.

Va y viene día tras día
una iglesia pudiente
absorta en su vida de religiosidad
cegada por su afán de santidad
mientras que a su puerta
se agolpan multitudes
aguardando un gesto de solidaridad
anhelando migajas de generosidad.

Y entre esas dos poblaciones
hay un gran abismo
de obstáculos y disparidad
de apatía e insensibilidad
que clama por un puente,
un pueblo de fe y acción
dispuesto a renunciar al mito de la seguridad
y a arriesgar su propia vida en fidelidad.

Danos ojos, Dios de los pobres,
para ver tus propósitos con claridad
y actuar con justicia a favor de la humanidad.
Danos valor, Dios de los marginados,
para renunciar al evangelio de la prosperidad
y ofrecer a todas tus criaturas genuina hospitalidad.

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“A great chasm”


A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 16:19-31


First published on 9/23/16 by
Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García


A rich man
came and went day by day
absorbed by his life of luxury
blinded by his thirst for popularity
while at his door
laid a beggar
awaiting a gesture of courtesy
longing for crumbs of charity.

A wealthy church
comes and goes day by day
absorbed by its life of religiosity
blinded by its thirst for sanctity
while at its door
multitudes gather
awaiting a gesture of solidarity,
longing for crumbs of generosity.

And between these two populations
there is a great chasm
of obstacles and disparity
of apathy and insensitivity
that cries out for a bridge,
a people of faith and action
willing to renounce the myth of security
and risk its own life in fidelity.

God of the poor, give us eyes
to see your purposes with clarity
and act with justice towards humanity.
God of the marginalized, give us courage
to renounce the gospel of prosperity
and offer all your creatures genuine hospitality.

© Magdalena I. García

Saturday, September 17, 2016

“A tug of war” / “Un juego de tira y afloja”

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 16:1-13

First published on 9/16/16 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, ManyVoices


Mosaic of Mother Teresa and Pope John Paul II at the Shrine of St. Rita of Cascia of the Midwest, in Chicago. mig / Mosaico de la Madre Teresa y el Papa Juan Pablo II en la Ermita del Medio Oeste de Santa Rita de Casia, en Chicago. mig

by Magdalena I. García

A tug of war game inhabits our life,
pulling us, dragging us in an intricate dance,
causing us anguish and internal strife,
leaving us at times without a fighting chance.

One side offers immediate satisfaction
through excessive possessions and dishonest means;
while the other requires delayed gratification,
by sharing earth’s resources and pursuing common dreams.

May God keep us from succumbing
to the anti-Golden Rule,
and strengthen our resolve
to honor our creeds.
May our choices reveal
that we are wiser than the dishonest manager,
so the world may see evidence
of God’s grace in our good deeds.

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“Un juego de tira y afloja”

Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 16:1-13

Publicado originalmente el 9/16/16 por el blog de la revistaPresbyteriansToday: One Church, Many Voices


por Magdalena I. García


Un juego de tira y afloja habita en nuestro interior,
arrastrándonos de lado a lado, invitándonos a ceder,
causándonos angustia cual fuego atormentador,
dejándonos a veces sin voluntad para responder.

Un lado nos ofrece inmediata satisfacción,
con excesivas posesiones y deshonestas maniobras;
mientras que el otro nos exige aplazar la gratificación,
persiguiendo sueños comunes y compartiendo la siembra.

Quiera Dios que jamás
sucumbamos a la anti-Regla de Oro,
y que afiancemos nuestro empeño
por honrar lo que confesamos.
Que a diferencia del mayordomo infiel
manejemos bien el tesoro,
para mostrar al mundo evidencia
de la gracia del Dios que proclamamos.

© Magdalena I. García


Saturday, September 10, 2016

“Part of a whole” / “Parte de la totalidad”

A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 15:1-10

Cars stop on a Chicago street to allow a family of geese to cross the street together. mig / Los carros se detienen en una calle de Chicago para permitirle a una familia de gansos cruzar la calle juntos. mig

by Magdalena I. García

gathered at church safe and sound
sheltered from the threats all around
we are the ninety nine

singing in harmony familiar songs
drowning out the chorus of wrongs
we are the ninety nine

praying for healing and world peace
failing to act so that violence may cease
we are the ninety nine

setting the table with freshly-baked bread
forgetting that hunger is widespread
we are the ninety nine

Forgive us, Seeking God,
for taking refuge in worldly comforts
forgetting that you aid humankind
going all out, sparing no efforts.


Remind us, Gathering God,
that we are part of a whole
and that your Body is incomplete
even with one missing soul.


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“Parte de la totalidad”


Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 15:1-10

Publicado originalmente el 9/9/16 por el blog de la revista PresbyteriansToday: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García

reunidos en el templo con plena seguridad
aislados de la amenaza de toda adversidad
somos las noventa y nueve

entonando himnos, alabando con los labios
ahogando el coro de atropellos y agravios
somos las noventa y nueve

orando por la sanidad y la paz mundial
fallando en actuar por el bienestar social
somos las noventa y nueve

poniendo la mesa con pan recién horneado
olvidando que el hambre acecha por todos lados
somos las noventa y nueve

Perdónanos, Dios Buscador,
por refugiarnos en la comodidad
olvidando que tú no escatimas esfuerzos
para socorrer a la humanidad.


Recuérdanos, Dios Reunidor,
que somos parte de la totalidad
y que tu Cuerpo está incompleto
mientras falte alguien en la comunidad.


© Magdalena I. García