A Revised Common Lectionary resource for Ascension Sunday
Published on 5/27/2017 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, ManyVoices
Edited for this blog
by Magdalena I. García
Read the full passage here
Eyes squinted, studying the sky,
hands raised, sheltering the brow,
mouth open, expressing bewilderment,
the disciples stood stunned,
gazing up,
mesmerized by the celestial,
disconnected from the terrestrial.
Until a voice breaks through the fog
and reminds them that their calling
is not to engage in cloud watching.
Eyes squinted, studying the sky,
hands raised, sheltering the brow,
mouth open, expressing bewilderment,
we often stand stunned,
gazing up,
mesmerized by the celestial,
disconnected from the terrestrial.
Until a voice breaks through the fog
and reminds us that our calling
is not to engage in cloud watching.
Forgive us, Descended Jesus,
for living our life and our faith
captivated by an upward vision,
disinterested in a downward engagement.
Forgive us, Incarnate Christ,
for living our life and our faith
consumed by the journey to heaven,
indifferent to the pilgrimage on earth.
Allow us, Manifested Deity,
to hear your voice in Scripture and in our hearts
breaking through the dense fog
of our egocentric and apathetic lives,
and remind us that our calling,
based on your humble life and devoted example,
is to look downward and sideways
and to engage in people watching,
offering friendship and care to all humanity.
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Publicado el 5/27/2017 por el blog de la revista Presbyterians Today: OneChurch, Many Voices
Editado para este blog
por Magdalena I. García
Lea el pasaje aquí: Hechos 1:1-11
Ojos entrecerrados, estudiando el cielo,
manos levantadas, protegiendo la frente,
boca abierta, expresando desconcierto,
los discípulos estaban pasmados,
mirando hacia arriba,
fascinados por lo celestial,
desconectados de lo terrenal.
Hasta que una voz traspasa la bruma
y les recuerda que su llamado
no consiste en pasarse mirando las nubes.
Ojos entrecerrados, estudiando el cielo,
manos levantadas, protegiendo la frente,
boca abierta, expresando desconcierto,
nosotros a menudo estamos pasmados,
mirando hacia arriba,
fascinados por lo celestial,
desconectados de lo terrenal.
Hasta que una voz traspasa la bruma
y nos recuerda que nuestro llamado
no consiste en pasarnos mirando las nubes.
Perdónanos, Jesús Descendido,
por vivir nuestra vida y nuestra fe
cautivados por una visión ascendente,
desinteresados en un compromiso descendente.
Perdónanos, Cristo Encarnado,
por vivir nuestra vida y nuestra fe
consumidos por el viaje al cielo,
indiferentes al peregrinaje en la tierra.
Permítenos, Deidad Manifestada,
oír tu voz en las Escrituras y nuestros corazones
traspasando la densa bruma
de nuestras vidas egocéntricas y apáticas,
y recuérdanos que nuestro llamado,
basado en tu humilde y devoto ejemplo,
consiste en mirar hacia abajo y hacia los lados
y en dedicarnos a mirar a la gente,
ofreciendo amistad y cuidado a toda humanidad.
© Magdalena I. García
Published on 5/27/2017 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, ManyVoices
Edited for this blog
by Magdalena I. García
Cumulus clouds over the Costco parking lot compete for attention. / Las nubes
cúmulos sobre el estacionamiento de Costco compiten por la atención.
While he was going and they were gazing up toward heaven, suddenly two men in white robes stood by them. They said, “Men of Galilee, why do you stand looking up toward heaven? This Jesus, who has been taken up from you into heaven, will come in the same way as you saw him go into heaven.” – Acts 1:10-11
Read the full passage here
Eyes squinted, studying the sky,
hands raised, sheltering the brow,
mouth open, expressing bewilderment,
the disciples stood stunned,
gazing up,
mesmerized by the celestial,
disconnected from the terrestrial.
Until a voice breaks through the fog
and reminds them that their calling
is not to engage in cloud watching.
Eyes squinted, studying the sky,
hands raised, sheltering the brow,
mouth open, expressing bewilderment,
we often stand stunned,
gazing up,
mesmerized by the celestial,
disconnected from the terrestrial.
Until a voice breaks through the fog
and reminds us that our calling
is not to engage in cloud watching.
Forgive us, Descended Jesus,
for living our life and our faith
captivated by an upward vision,
disinterested in a downward engagement.
Forgive us, Incarnate Christ,
for living our life and our faith
consumed by the journey to heaven,
indifferent to the pilgrimage on earth.
Allow us, Manifested Deity,
to hear your voice in Scripture and in our hearts
breaking through the dense fog
of our egocentric and apathetic lives,
and remind us that our calling,
based on your humble life and devoted example,
is to look downward and sideways
and to engage in people watching,
offering friendship and care to all humanity.
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“Mirando las nubes”
Un recurso para la liturgia del Domingo de la AscenciónPublicado el 5/27/2017 por el blog de la revista Presbyterians Today: OneChurch, Many Voices
Editado para este blog
por Magdalena I. García
Mientras miraban al cielo y veían cómo él se alejaba, dos varones vestidos de blanco se pusieron junto a ellos y les dijeron: ‘Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ustedes han visto irse al cielo, vendrá de la misma manera que lo vieron desaparecer’. – Hechos 1:10-11
Lea el pasaje aquí: Hechos 1:1-11
Ojos entrecerrados, estudiando el cielo,
manos levantadas, protegiendo la frente,
boca abierta, expresando desconcierto,
los discípulos estaban pasmados,
mirando hacia arriba,
fascinados por lo celestial,
desconectados de lo terrenal.
Hasta que una voz traspasa la bruma
y les recuerda que su llamado
no consiste en pasarse mirando las nubes.
Ojos entrecerrados, estudiando el cielo,
manos levantadas, protegiendo la frente,
boca abierta, expresando desconcierto,
nosotros a menudo estamos pasmados,
mirando hacia arriba,
fascinados por lo celestial,
desconectados de lo terrenal.
Hasta que una voz traspasa la bruma
y nos recuerda que nuestro llamado
no consiste en pasarnos mirando las nubes.
Perdónanos, Jesús Descendido,
por vivir nuestra vida y nuestra fe
cautivados por una visión ascendente,
desinteresados en un compromiso descendente.
Perdónanos, Cristo Encarnado,
por vivir nuestra vida y nuestra fe
consumidos por el viaje al cielo,
indiferentes al peregrinaje en la tierra.
Permítenos, Deidad Manifestada,
oír tu voz en las Escrituras y nuestros corazones
traspasando la densa bruma
de nuestras vidas egocéntricas y apáticas,
y recuérdanos que nuestro llamado,
basado en tu humilde y devoto ejemplo,
consiste en mirar hacia abajo y hacia los lados
y en dedicarnos a mirar a la gente,
ofreciendo amistad y cuidado a toda humanidad.
© Magdalena I. García
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