A resource for Sunday’s liturgy based on John 13:34-35
First published on 4/19/16 by PresbyteriansToday magazine blog: One Church, Many Voices
A Christ the
Redeemer monument with open arms and a heart-shaped wreath surrounding a cross
at Montrose Cemetery, in Chicago, remind us of our calling. mig / Un monumento a Cristo el Redentor con los brazos abiertos y una corona con forma de corazón encerrando una cruz en el cementerio Montrose, en Chicago, nos recuerdan nuestro llamado. mig
by Magdalena I. García
not by our preaching
not by our teaching
not by our publications
not by our knowledge
not by our experience
not by our credentials
not by our historic confessions
not by our form of government
not by our legislative assemblies
not by our steeples
not by our pipe organs
not by our stained glass windows
not by our choirs
not by our recitals
not by our praise bands
not by our potluck meals
not by our bingo nights
not by our rummage sales
not by our silence
not by our apathy
not by our disregard
that’s not how the world will know
that we are Jesus’ followers and
disciples
but rather by our caring presence
simply by our love
Caring God, forgive us for disobeying
your commandment
and for failing to love one another
as you have loved us.
Affectionate God, help us to live in
such a way
that the world around us is transformed
simply by our love.
%%%
“Por nuestro amor”
Un recurso para la liturgia
dominical basado en Juan 13:34-35
Publicado
originalmente el 4/19/16 por el blog de la revista Presbterians Today: OneChurch, Many Voices
por Magdalena I. García
no por nuestra predicación
no por nuestra enseñanza
no por nuestras publicaciones
no por nuestros conocimientos
no por nuestra experiencia
no por nuestras credenciales
no por nuestras confesiones históricas
no por nuestra forma de gobierno
no por nuestras asambleas legislativas
no por nuestras torres
no por nuestros órganos de tubo
no por nuestros vitrales
no por nuestros coros
no por nuestros recitales
no por nuestros grupos de alabanza
no por nuestras cenas grupales
no por nuestras noches de bingo
no por nuestros mercados de reventa
no por nuestro silencio
no por nuestra apatía
no por nuestra indiferencia
no es así como el mundo sabrá
que somos seguidoras y discípulos de
Jesús
sino por nuestro cuidado presencial
simplemente por nuestro amor
Dios Cariñoso, perdónanos por
desobedecer tu mandamiento
y por fallar en amarnos mutuamente
como tú nos has amado.
Dios Afectuoso, ayúdanos a vivir de
forma tal
que el mundo a nuestro alrededor sea
transformado
simplemente por nuestro amor.
© Magdalena I. García
No comments:
Post a Comment