Una reflexión basada en Lucas
13:10-17
Una mariposa a punto de ser liberada
Guardar el sábado
no es quedarse en casa
para resguardarse.
Guardar el sábado
no es ir al spa
para relajarse.
Guardar el sábado
no es usar los mandamientos
para justificarse.
Guardar el sábado
no es venir a la iglesia
después de emperifollarse.
Guardar el sábado
es dejar de cegarse
ante la necesidad ajena
y con valor arriesgarse
a defender la integridad de la vida
en todas sus formas,
hasta que cada criatura
pueda enderezarse
y cesen los sistemas injustos
ante los cuales nadie
debe tener la obligación
de doblegarse.
© Magdalena I. García
Se
concede permiso para uso litúrgico con crédito a la autora.
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