Wednesday, June 27, 2018

“Bleeding on the doorstep” / “Sangrando en el umbral”

A Revised Common Lectionary resource for July 1

Published on 6/26/2018 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García

Sidewalk memorial in the Little Village neighborhood, on the Southwest side of Chicago, for a two-year old boy who bled to death after being wounded by his own father. / Memorial en la acera en el vecindario de La Villita, en el suroeste de Chicago, para un niño de dos años que se desangró tras ser herido por su propio padre.
She had heard about Jesus, and came up behind him in the crowd and touched his cloak, for she said, "If I but touch his clothes, I will be made well." – Mark 5:27-28

Read the full lectionary passage here

Twelve years bleeding non-stop.
Twelve years loosing her strength.
Twelve years consulting physicians.
Twelve years squandering resources.
Twelve years without improvement.
Twelve years enduring shame.

Until she heard about Jesus,
the healer whose compassion
was broader than his cloak,
and despite the fear of rejection
she stretched out her hand in faith
and experienced a healing touch.

God of the sick and the untouchables,
God of the marginalized and the dispossessed,
free our minds from all prejudice,
soften our hearts of stone,
so that in your name we might extend
a cloak of welcome and healing
to all your sons and daughters who are bleeding
on our streets, on our borders,
and even on our church’s doorstep.

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“Sangrando en el umbral”


Un recurso para la liturgia dominical del 1 de julio

Publicado el 6/26/2018 por el blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Allí estaba una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, pero que lejos de mejorar había gastado todo lo que tenía, sin ningún resultado. – Marcos 5:25-26

Lea el pasaje completo aquí

Doce años desangrándose.
Doce años debilitándose.
Doce años consultando médicos.
Doce años malgastando recursos.
Doce años sin mejorar su condición.
Doce años soportando la humillación.

Hasta que oyó hablar de Jesús,
el sanador cuya compasión
era más amplia que su túnica,
y a pesar del miedo al rechazo
ella extendió su mano por fe
y experimentó un toque sanador.

Dios de los enfermos y las intocables,
Dios de los marginados y las desposeídas,
libera nuestras mentes de todo prejuicio,
ablanda nuestros corazones de piedra,
para que en tu nombre podamos extender
un manto de bienvenida y sanidad
a todos tus hijos e hijas que sangran
en nuestras calles, en nuestras fronteras,
e incluso en el umbral del templo.

© Magdalena I. García

Friday, June 22, 2018

“A great windstorm” / “Una gran tempestad”

A Revised Common Lectionary resource for June 24

Inspired by women honored at the 223rd General Assembly for their efforts to challenge racism and oppression, and for their pioneering work on fossil fuel divestment.
https://www.pcusa.org/news/2018/6/17/pcusa-recognizes-three-women-faith-award/
https://www.pcusa.org/news/2018/6/20/not-one-step-back/

Published on 6/21/2018 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García

“Confluence,” a sculpture by Chicago-based artist Boyan Marinov, depicts a man surfing a leaf. It is currently on display in the parking lot of the Zhou B Art Center, in the Bridgeport neighborhood. / “Confluencia”, una escultura del artista con sede en Chicago Boyan Marinov, muestra un hombre haciendo surf sobre una hoja. Actualmente se exhibe en el estacionamiento del Centro Artístico Zhou B, en el vecindario de Bridgeport.

He woke up and rebuked the wind, and said to the sea, “Peace! Be still!” Then the wind ceased, and there was a dead calm. – Mark 4:39

Read the full lectionary passage here

A great windstorm arose,
and the waves beat into the boat,
so that the boat was already being swamped.
But Jesus woke up
and rebuked the wind.


A great windstorm arose
on the night Keith Scott,
a 43-year-old African American man,
was killed by police in Charlotte,
but she stoodbetween protestors and policemen,
shoulder to shoulder with other ecumenical colleagues,
in peaceful demonstrations over two nights.
Rev. Amantha Barbee woke up
and rebuked the wind.


A great windstorm arose
as the citizens of Trenton
were threatened by underfunded public education,
mass incarceration, immigrant criminalization,
and bullying of marginalized populations,
but she stood with Westminster Presbyterian Church
and became a partner for the disenfranchised.
Rev. Karen Hernández-Granzen woke up
and rebuked the wind.


A great windstorm arose
because injustice afflicted “the promised land”
and even church people avoided the call
to join God in the struggle to build the kin-dom
by becoming repairers of the breach,
but she stood up to co-found and co-lead
the Kairos Center and The New Poor People’s Campaign.
Rev. Liz Theoharis woke up
and rebuked the wind.


A great windstorm arose
as global warming and climate change
began affecting our land, water, air,  plants, and health,
and we discovered how poverty, race and ethnicity
impact our relationship to creation and to each other,
but she stood up to bring science and faith together
and to challenge the PC(USA) to become fossil free.
Rev. Abby Mohaupt woke up
and rebuked the wind.


God of the storm and the wave,
give your people courage
to wake up, stand up,
and rebuke the winds of injustice today.

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“Una gran tempestad”


Un recurso para la liturgia dominical del 24 de junio

Inspirado por mujeres que fueron honradas en la Asamblea General 223 por sus esfuerzos retando el racismo y la opresión, y por su labor pionera en pro de la desinversión de combustibles fósiles.
https://www.pcusa.org/news/2018/6/17/pcusa-recognizes-three-women-faith-award/
https://www.pcusa.org/news/2018/6/20/not-one-step-back/

Publicado el 6/21/2018 por el blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Jesús se levantó y reprendió al viento, y dijo a las aguas: «¡Silencio! ¡A callar!» Y el viento se calmó, y todo quedó en completa calma. – Marcos 4:39

Lea el pasaje completo aquí

Se levantó una gran tempestad con vientos,
y de tal manera las olas azotaban la barca,
que ésta estaba por inundarse.
Pero Jesús se levantó
y reprendió al viento.


Se levantó una gran tempestad con vientos,
la noche en que Keith Scott,
un hombre afroamericano de 43 años,
fue asesinado por la policía en Charlotte,
pero ella separó entre los manifestantes y la policía,
hombro con hombro junto a colegas ecuménicos,
en demostraciones pacíficas durante dos noches.
La Rev. Amantha Barbee se levantó
y reprendió el viento.


Se levantó una gran tempestad con vientos,
a medida que los ciudadanos de Trenton
se veían amenazados por la falta de fondos para la educación pública,
el encarcelamiento masivo, la criminalización de los inmigrantes
y el acoso de las poblaciones marginadas,
pero ella se paró junto con la Iglesia Presbiteriana Westminster
y se convirtió en compañera de la gente excluida.
La Rev. Karen Hernández-Granzen se levantó
y reprendió el viento.


Se levantó una gran tempestad con vientos,
porque la injusticia afligía “la tierra prometida”
e incluso la feligresía evadía el llamado
para unirse a Dios en la lucha por construir su familia
al convertirse en reparadores de ruinas,
pero ella dio un paso al frente para cofundar y codirigir
el Centro Kairos y La Nueva Campaña en Favor de los Pobres.
La Rev. Liz Theoharis se levantó
y reprendió el viento.


Se levantó una gran tempestad con vientos,
a medida que el calentamiento global y el cambio climático
comenzaron a afectar nuestra tierra, agua, aire, plantas y salud
y descubrimos como la pobreza, la raza y la etnicidad
impactan nuestra relación con la creación y la humanidad,
pero ella se puso de pie para integrar la ciencia y la fe
y retar a la IP(EUA) a convertirse en una iglesia libre de combustibles fósiles.
La Rev. Abby Mohaupt se levantó
y reprendió el viento.


Dios de la tormenta y de la ola,
dale valor a tu pueblo
para despertarse, levantarse
y reprender los vientos de injusticia el día de hoy.

© Magdalena I. García

Wednesday, June 13, 2018

“Be like the seed” / “Sé como la semilla”

A Revised Common Lectionary resource for June 17

Published on 6/12/2018 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García



A backyard tree that my son grew from a fallen seed now provides shelter for wild birds. Un árbol del patio que mi hijo cultivó de una semilla caída ahora provee protección a las aves silvestres.

He also said, ‘The kingdom of God is as if someone would scatter seed on the ground.’ – Mark 4:26

Read the full lectionary passage here

Be like the seed:
undeterred by smallness.
Be like the seed:
willing to fall into the ground.
Be like the seed:
ready to sprout and grow.

Be like the ground:
rich in nutrients.
Be like the ground:
receptive to the rains.
Be like the ground:
eager to embrace.

Be like the tree:
reaching for the light.
Be like the tree:
extending yourself.
Be like the tree:
sheltering others.

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“Sé como la semilla”


Un recurso para la liturgia dominical del 17 de junio

Publicado el 6/12/2018 por el blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


Jesús dijo también: ‘El reino de Dios es como cuando un hombre arroja semilla sobre la tierra’. – Marcos 4:26

Lea el pasaje completo aquí

Sé como la semilla:
inafectada por la pequeñez.
Sé como la semilla:
dispuesta a caer en el suelo.
Sé como la semilla:
lista para germinar y crecer.

Sé como la tierra:
rica en nutrientes.
Sé como la tierra:
receptiva a las lluvias.
Sé como la tierra:
ansiosa por acoger.

Sé como el árbol:
buscando la luz.
Sé como el árbol:
extendiendo tu vida.
Sé como el árbol:
cobijando a los demás.

© Magdalena I. García

Thursday, June 7, 2018

“God’s family” / “La familia de Dios”

A Revised Common Lectionary resource for June 17

Published on 6/6/2018 by Presbyterians Today magazine blog: One Church, Many Voices

by Magdalena I. García



Detail of a mural in the Uptown neighborhood, in Chicago. Detalle de un mural en el barrio de Uptown, en Chicago.

Whoever does the will of God is my brother and sister and mother.” – Mark 3:35

Read the full lectionary passage here

When I was hungry and you gave me food,
you were my brother and sister and mother.
When I was thirsty and you gave me a drink,
you were my brother and sister and mother.
When I was a stranger and you welcomed me,
you were my brother and sister and mother.
When I was naked and you gave me clothing,
you were my brother and sister and mother.
When I was sick and you took care of me,
you were my brother and sister and mother.
When I was in prison and you visited me.
you were my brother and sister and mother.

God of the hungry and the thirsty,
you who in Jesus of Nazareth
redefined all relationships
and satisfied all who yearned to be fed,
teach us to build your kin-dom
by sharing our table and our friendship.


God of the stranger and the naked,
you who in Jesus of Nazareth
redefined all relationships
and embraced all who yearned to belong,
teach us to build your kin-dom
by weaving caring communities.


God of the sick and the prisoner,
you who in Jesus of Nazareth
redefined all relationships
and liberated all who yearned to be free,
teach us to build your kin-dom
by embodying that we are one family.


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“La familia de Dios”


Un recurso para la liturgia dominical del 17 de junio

Publicado el 6/6/2018 por el blog de la revista Presbyterians Today: One Church, Many Voices

por Magdalena I. García


‘Porque todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano, y mi hermana, y mi madre’. – Marcos 3:35

Lea el pasaje completo aquí

Cuando tuve hambre, y me diste de comer,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cuando tuve sed, y me diste de beber,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cuando fui forastero, y me recibiste,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cuando estuve desnudo, y me cubriste,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cuando estuve enfermo, y me cuidaste,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Cuando estuve en la cárcel, y me visitaste,
fuiste mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

Dios de los hambrientos y las sedientas,
tú que en Jesús de Nazaret
redefiniste todas las relaciones
y satisficiste a toda la gente que anhelaba ser saciada,
enséñanos a construir tu familia
al compartir nuestra mesa y nuestra amistad.


Dios de los forasteros y las desnudas,
tú que en Jesús de Nazaret
redefiniste todas las relaciones
y abrazaste a toda la gente que anhelaba pertenecer,
enséñanos a construir tu familia
al tejer comunidades solidarias.


Dios de los enfermos y las prisioneras,
tú que en Jesús de Nazaret
redefiniste todas las relaciones
y liberaste a toda la gente que anhelaba ser libre,
enséñanos a construir tu familia
al encarnar que somos una misma parentela.


© Magdalena I. García