A reflection based on Luke 15:1-32
Boy with sheep in Thailand; Pixabay image. // Niño con una oveja en Tailandia;
imagen de Pixabay.
by Magdalena I. García
He wasn’t lost,
he distanced himself
because he felt marginalized
on account of his views.
She wasn’t lost,
she had to take a break
because she felt rejected
on account of her behavior.
They wasn’t lost,
but they had to leave
because they felt judged
on account of their affections.
But the gospel and its parables call us
to renounce prejudice, to let hatred go,
and to celebrate that everyone counts
for a God whose love overflows.
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“Todes cuentan”
Una reflexión basada en Lucas 15:1-32
por Magdalena I. García
No estaba perdido,
se tuvo que alejar
porque se sentía marginado
por su forma de pensar.
No estaba perdida,
se tuvo que ausentar
porque se sentía rechazada
por su forma de actuar.
No estaba perdide,
se tuvo que marchar
porque se sentía enjuiciade
por su forma de amar.
Pero el evangelio y sus parábolas
nos llaman los prejuicios a soltar
y a celebrar que todes cuentan
para un Dios que se desvive por amar.
© Magdalena I. García
